La rodilla es la articulación más grande del esqueleto humano y sus distintas lesiones son, en principio, las más frecuentes entre los deportistas, sobre todo la rotura de ligamento cruzado. Esta lesión afecta, sobre todo, a aquéllos cuyo tren inferior está sometido a continuos sobre esfuerzos y cambios bruscos de ritmo o dirección del movimiento, como ocurre en deportes como el fútbol, el baloncesto, el ciclismo, el esquí o las artes marciales.
La rotura del ligamento cruzado de la rodilla, sobre todo la anterior, es por regla general una de las lesiones más temidas por los futbolistas”, por varios motivos:
• El tiempo de recuperación puede durar meses.
• Existe la posibilidad de no recuperar el nivel de movilidad previo a la lesión.
• En el caso de los deportistas de elite, la intervención quirúrgica es, en muchas ocasiones, inevitable si quieren continuar con su actividad.
¿QUÉ ES UNA ROTURA DE LIGAMENTO CRUZADO Y CÓMO SE PRODUCE?
Un ligamento es un haz de fibras de colágeno con forma de banda cuya función es limitar el movimiento de la articulación para que no sobrepase los límites anatómicos y biomecánicos. La estabilidad de la rodilla está asegurada por cuatro ligamentos: los ligamentos cruzados anterior y posterior y los ligamentos laterales interno y externo.
Los ligamentos cruzados son dos estructuras que se cruzan en el interior de la rodilla, unen la tibia con el fémur y proporcionan estabilidad en los movimientos de extensión y flexión.
Existen dos tipos de ligamentos cruzados:
• Ligamento cruzado anterior (LCA), evita que la tibia se desplace hacia delante con respecto al fémur. Su rotura es la más frecuente.
• Ligamento cruzado posterior (LCP), su función es impedir que la tibia se desplace hacia atrás.
La lesión de estos ligamentos se produce tras un cambio brusco de dirección de la rodilla, una desaceleración exagerada o una contusión. Puede darse, por ejemplo, cuando se apoya mal la extremidad tras un salto o cuando se frena precipitadamente durante una carrera.
PRINCIPALES SÍNTOMAS
Los principales síntomas cuando un deportista sufre una rotura del ligamento cruzado son:
La rotura del ligamento cruzado de la rodilla, sobre todo la anterior, es por regla general una de las lesiones más temidas por los futbolistas”, por varios motivos:
• El tiempo de recuperación puede durar meses.
• Existe la posibilidad de no recuperar el nivel de movilidad previo a la lesión.
• En el caso de los deportistas de elite, la intervención quirúrgica es, en muchas ocasiones, inevitable si quieren continuar con su actividad.
¿QUÉ ES UNA ROTURA DE LIGAMENTO CRUZADO Y CÓMO SE PRODUCE?
Un ligamento es un haz de fibras de colágeno con forma de banda cuya función es limitar el movimiento de la articulación para que no sobrepase los límites anatómicos y biomecánicos. La estabilidad de la rodilla está asegurada por cuatro ligamentos: los ligamentos cruzados anterior y posterior y los ligamentos laterales interno y externo.
Los ligamentos cruzados son dos estructuras que se cruzan en el interior de la rodilla, unen la tibia con el fémur y proporcionan estabilidad en los movimientos de extensión y flexión.
Existen dos tipos de ligamentos cruzados:
• Ligamento cruzado anterior (LCA), evita que la tibia se desplace hacia delante con respecto al fémur. Su rotura es la más frecuente.
• Ligamento cruzado posterior (LCP), su función es impedir que la tibia se desplace hacia atrás.
La lesión de estos ligamentos se produce tras un cambio brusco de dirección de la rodilla, una desaceleración exagerada o una contusión. Puede darse, por ejemplo, cuando se apoya mal la extremidad tras un salto o cuando se frena precipitadamente durante una carrera.
PRINCIPALES SÍNTOMAS
Los principales síntomas cuando un deportista sufre una rotura del ligamento cruzado son:
• Un chasquido.
• Un intenso dolor en la zona.
• Dificultad cuando trata de apoyar la pierna, llegando incluso a no poder usarla para desplazarse.
• Inestabilidad en la articulación de la rodilla.
• Cierta inestabilidad en la marcha.
• Cerca del 70 % de los jugadores sufre un derrame hemático (de sangre) en las 24 horas siguientes a sufrir la lesión.
Debido a la lesión, el movimiento de extensión o estiramiento de la articulación se limita mucho, eso hace que el afectado tienda a mantenerla en una posición de semiflexión. Con el paso del tiempo esto lleva a que se produzca una inflamación, moderada o extrema, de la rodilla, por eso el mejor momento para valorar la lesión es inmediatamente después de que ésta se produzca.
CÓMO TRATAR UNA ROTURA DE LIGAMENTO CRUZADO
Una vez diagnosticado, el especialista en medicina deportiva decidirá cuál es el protocolo de actuación a llevar a cabo. Si la lesión es grave, pues se observan signos radiológicos de fractura o existe laxitud articular, se recomienda la intervención quirúrgica, sobre todo en el caso de deportistas de elite como son los jugadores de fútbol.
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